Hormonas femeninas.
Este tema decidí escribirlo porque al ver unos comentarios
de hombres en los que les dicen a las mujeres locas, que no nos entienden, que
somos unas histéricas, etc. Bueno en primer lugar no crean que para nosotras es
algo sencillo vivir con estos cambios hormonales. Y bueno no es para que nos
tengan lástima al conocer lo siguiente, sino que comprendan que es todo un
remolino al interior de nosotras.
Primeramente, conozcamos las hormonas principales en la
mujer:
Las hormonas femeninas determinan las características
propias del organismo de la mujer. Hay dos clases de
hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) y, a partir de ahí, diferentes
tipos.
Estrógenos:
Regulan la actividad del aparato genital, favorecen la
flexibilidad de los capilares, la resistencia de los huesos y previenen
determinados problemas respiratorios. Cuando bajan hay nerviosismo, ansiedad,
dolores musculares, sofocos y molestias premenstruales.
Progesterona:
Interviene en el ciclo menstrual y en la actividad del
aparato genital. Si hay desequilibrio, el cuerpo retiene más líquido y se
hincha (pueden darse náuseas, irritabilidad, somnolencia y cansancio).
DEA:
Aumenta la resistencia del cuerpo ante la fatiga y mejora la
elasticidad de músculos y piel. Si desciende, pueden aparecer debilidad y
dolores musculares, fatiga acusada, pérdida de memoria y bajada de defensas.
Testosterona:
Aumenta el deseo sexual femenino, favorece la autoestima y
hace que el cuerpo retenga menos grasa y la elimine más fácilmente. Su aumento
provocaría agresividad e irritabilidad; su bajada, pérdida de deseo sexual.
Cortisol:
Regula la respuesta del organismo ante el estrés, activando
la producción de adrenalina. Si suben sus niveles puede aparecer nerviosismo,
ansiedad y taquicardias. Si son muy bajos, cansancio, desánimo y disminución de
la masa muscular.
Oxitocina:
Aumenta la sensibilidad del aparato genital, el deseo y el
grado de placer en las relaciones sexuales. Si desciende, habría pérdida del
deseo sexual e imposibilidad para llegar al orgasmo.
Tiroideas:
Regulan el metabolismo y la forma en que el cuerpo quema las
calorías de los alimentos. Cuando baja su cantidad pueden aparecer subidas de
peso, fatiga crónica y depresión. Si es demasiado alta, pérdida de peso,
problemas en los ojos, convulsiones, incapacidad para relajarse y ansiedad.
Síntomas.
Todas las mujeres estamos sometidas a más cambios hormonales
que los hombres, desde el inicio de la pubertad hasta la menopausia. Y estos
vaivenes hormonales afectan el estado de ánimo de cada una de nosotras, Pero no
crean que nos gusta estar llorando por todo o pasar de felicidad a enojo en un
santiamén. Estas variaciones de carácter suelen tener relación con el ciclo
hormonal de la menstruación y se presentan diferentes síntomas, pero según
diferentes estudios son alrededor de 150 síntomas. (Éste dato, yo no lo conocía, wow)
En cada mujer las hormonas actúan diferente, las hormonas
son las mismas, pero actúan diferente. Los niveles suben y bajan cada mes en
los ciclos menstruales y también varían de acuerdo a la edad y las
características de cada mujer. No existe una regla escrita para seguir.
- Dolores de cabeza.
- Mayor sensibilidad.
- Cólicos, este dolor en ocasiones es tan pero tan fuerte que no nos permite levantarnos y nos provoca vómito).
- Acné.
- Dolor en la espalda baja.
- Retención de líquidos.
- Los senos se inflaman y duelen.
- Irritabilidad.
- Preferencias alimentarias específicas. (chocolate, algo picante, pan, queso, etc.)
- Modificación del sueño.
- Aumento de peso.
- Pérdida de cabello.
- Estreñimiento.
- Estar al pendiente de no mancharse.
Bueno como verán esto es muy complicado, pero todas las
mujeres lidiamos con esto y podemos seguir unas rutinas para calmar un poco
estos síntomas ya que no existe algo que pueda eliminarlos.
Entre lo que podemos hacer es:
Practicar ejercicio.
Beber bastante agua.
Una buena alimentación.
Y claro ir con una ginecóloga o ginecólogo.
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