¿Por qué febrero tiene menos días?
Alguna vez se han preguntado el por qué el mes de febrero
cuenta con menos días a diferencia de los demás meses que tienen 30 o 31 días,
bueno a mí sí me pasó y me puse a investigar y aquí les tengo esos datos.
Todo comienza con los primeros romanos que tenía un
calendario de 10 meses. El año comenzaba con el mes de marzo y septiembre era
el séptimo mes, octubre el octavo, noviembre el noveno y diciembre el décimo.
De ahí sus nombres y se alternaban los meses de 30 y 31 jornadas.
Fue el rey Numa Pompilio quien decidió que, para adaptar el
calendario al ciclo lunar, se tenían que colocar 2 meses más, los cuales son
enero y febrero.
Pero en esa época se pensaba que los números pares traían
mala suerte, por lo que, se modificó nuevamente el calendario para alternar los
meses en 29 y 31 días. Dado que enero y febrero eran meses de una estación poco
productiva, se pensó que no pasaba nada si ambos tenían días pares. Los dos
pasarían a tener 28 días, pero ese cambio no fue suficiente.
Arraigados en esa creencia supersticiosa, también se obligó
a modificar los días de enero. A nadie le gustaba que el año empezara con un
mes de mala suerte. Enero pasó a tener 29 días.
Con el paso del tiempo, se fueron añadiendo días al
calendario con el fin de que coincidieran con las estaciones. Fue Julio César
quien finalmente realizó la última modificación del calendario tirando por la
borda todos los cambios realizados hasta el momento.
Enero se colocó como el primer mes, y se volvieron a
intercalar meses de 30 y 31 días y febrero, como era el mes de la purificación,
se quedó con 28 días. Un tiempo suficiente decían, para lograr esa renovación,
pero el calendario se ajustaba del todo a los movimientos del sol por un mínimo
margen: problema que se solucionó añadiendo un día a febrero cada cuatro años.
Pero existen otros rumores que apuntan a que fue culpa de
Octavio Augusto quién decidió que el mes Sextil del calendario juliano, se
llamase Augustus (agosto), y Julio César, a su vez, puso su nombre al mes de
Quintil, que pasó a llamarse Július (julio).
Las malas lenguas hablan de que, para no ser menos,
Augustus, viendo que el mes de Julio César tenía un día más que el suyo y dada
la rivalidad existente, le añadió un día a agosto. Ese día dicen que se quitó del
mes de febrero.
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